Machu Picchu, una maravilla que se vuelve inalcanzable: La prueba ineludible de haber estado en el Santuario Histórico de Machu Picchu, hoy cuarta Maravilla del mundo moderno, quedó plasmada aquella tarde del 29 de julio, en una de las páginas de mi pasaporte nicaragüense, y aunque aparenta ser un sello más, representa una de las experiencias más importantes en mi vida, quizá irrepetible, no sé, solo el tiempo lo dirá.
Fui uno de los últimos en arribar a Machu Picchu, pues tan solo diez de los ruteros del centenar que conformamos la expedición Ruta Inka, decidimos hacer el viaje en tren, el resto de expedicionarios se nos habían adelantado haciendo el afamado Camino Inka. Sin embargo, haber llegado de esta forma me empezó a abrir los ojos en torno a una situación muy grave, que compartiré más adelante. Leer más