Desde inicios, para superar sus adversidades y la falta de presupuesto, Ruta Inka tuvo que apelar a la tradición ancestral denominada Minka (también conocida como la minga), que consiste en el trabajo ad honorem en una obra comunitaria de bien común. De esa misma manera, en nuestras expediciones, se sumaron fuerzas entre visitantes y visitados, para alcanzar los objetivos.
A lo largo de estos años, el fundador de esta Ruta Inka, sus padres y una pequeña expresa familiar con sede en El Salvador, han aportado en conjunto un promedio de US$1000 mensuales a lo largo de los últimos 15 años, para solventar los ingentes gastos administrativos y el sostenimiento de la institución. Por lo mismo, por los significativos logros alcanzados, nuestras instituciones asociadas deben asumir en forma creciente los gastos administrativos, liderando las gestiones ante diversas instituciones públicas y privadas para su fortalecimiento presupuestal y su reconocimiento como Programa de Interés Nacional, como paso previo para gestionar su declaratoria como Programa de Interés Universal.
Estamos convencidos, que con el respaldo de nuestros pueblos y por intermedio de las instituciones auspiciantes, podremos convocar con creciente eficacia a los patrocinadores que hagan realidad un proyecto de esta envergadura que nuestras culturas ancestrales merecen, para beneplácito de nuestros pueblos. Para los expedicionarios se mantendrán las cuotas de inscripción, pero nuestro fortalecimiento progresivo permitirá la exoneración de estas tasas a los estudiantes de origen indígena, a los monitores y otros colaboradores, así como a jóvenes talentosos y con dotes artísticas. Las instituciones educativas de nuestros pueblos, elaborarán el programa académico a cumplirse en el trayecto, en coordinación con las autoridades universitarias de los pueblos visitados, además de otorgar los certificados con valor académico, lo que facilitará a los universitarios participantes, sus gestiones de subvenciones y patrocinios que les permita concurrir sin mayores contratiempos.
Confíanos la Comisión Multisectorial de Coordinación, que se constituya con la participación de nuestras instituciones aliadas, permitirá una óptima organización del Festival de la Madre Tierra, así como para los preparativos y monitoreo de las expediciones. Este mismo comité, podrá gestionar los premios para estimular la participación de artistas y compositores nacionales y extranjeros, quiénes nos brindarán toda la fuerza de su expresión musical y artística, para masificar el fomento del respeto a naturaleza, la convivencia pacífica, los derechos indígenas, la solidaridad, reciprocidad, cooperación, y en general los valores que promueve esta Ruta Inka, como Embajada Cultural de pueblos milenarios. Los ganadores de este concurso podrán ser invitados a participar de este Festival, que debe desarrollarse en Machupicchu, en el marco de la clausura de cada edición bienal de Ruta Inka. Con los recursos de gestión de las entidades que nos respaldan, pretendemos elegir la “Aerolínea Oficial de Ruta Inka”, comprometiendo a sus directivos a facilitar significativos descuentos a los expedicionarios, periodistas y artistas que deben acudir desde diversos continentes del orbe. De ese modo podemos ofrecer pasajes de cortesía a los artistas que resulten premiados en el Concurso Internacional de Canciones Ruta Inka, así como a un personaje ilustre (un premio nobel o algún estadista de renombre) que sea invitado a la inauguración y/o a la clausura de la travesía.
Por las proyecciones de este proyecto, Ruta Inka continuará por las sendas de su fortalecimiento institucional, con la incorporación de nuevos asociados y la suscripción de más convenios de cooperación con importantes entidades, en particular con organizaciones indígenas y universidades, para así propiciar que sus mejores estudiantes acudan becados por sus propios centros de estudios. Del mismo modo, estableceremos alianzas con importantes instituciones en los diversos pueblos por los que debe realizarse la expedición, para que en nuestra representación efectúen las gestiones y coordinaciones necesarias, con el fin último de que las actividades programadas se realicen de la mejor manera posible. Del mismo modo, junto a las instituciones asociadas más comprometidas, esta Embajada Cultural constituirá legalmente una Fundación, Patronato u organismo no gubernamental con capacidad de recibir cooperación internacional, para ofrecer progresivamente becas completas a los estudiantes interesados en profundizar sus conocimientos sobre nuestras culturas originarias, así como para efectuar publicaciones de las investigaciones que se deriven de nuestras actividades.
Considerando que Ruta Inka promueve también la revaloración de la minka, el ayni entre otras instituciones antiguas de nuestra cultura ancestral, gestionaremos con mayor eficacia que los pueblos anfitriones contribuyan efectivamente al éxito de las expediciones en sus jurisdicciones, guiados por el ideal de proyectar nuestra herencia ancestral a los jóvenes del mundo. De ese modo, propiciaremos que los estudiantes se constituyan en una red internacional de promotores de nuestra cultura, con la elaboración de documentales, reportajes, canciones y otros medios de promoción, como una forma de revalorar el ayni (la reciprocidad). En materia de alimentación, que junto al transporte son los rubros más costosos, la experiencia nos indica que cuando una delegación de esta naturaleza va acompañada de un medio de prensa importante, las instituciones locales con compromiso social, hacen un mayor esfuerzo para ofrecer recepciones de agasajo, junto a su patrocinio a jornadas culturales, como parte de su política de imagen. Estos apoyos se deben gestionar oportunamente y ser públicamente reconocidos.
No obstante, la expedición se debe realizar bajo un saludable régimen de austeridad. Si se consiguen patrocinios importantes, se brindará apoyo en el marco de nuestras expediciones, a las poblaciones menos favorecidas y se otorgará premios a los participantes que presenten las mejores crónicas, reportajes, fotografías y documentales sobre la expedición. Del mismo modo estimularemos a los expedicionarios con dotes artísticas, como también a los artistas locales que se suman a las actividades para mostrar la riqueza cultural de sus pueblos.