El departamento de Tarija y su capital del mismo nombre, que está ubicada en los valles del sur de Bolivia, frontera con Argentina, tiene varios climas, y además de su riqueza agrícola, está en la región con mayores reservas de gas de Bolivia. Sus habitantes, también conocidos como chapacos, cultivan la fama de gente calmada, y como ellos mismos se autodefinen, tienen todo para ser bohemios, incluida una producción de vino y un licor con denominación de origen llamado Singani. En Tarija la presencia española es evidente, especialmente la andaluza.